Dos Lunas tiene 2.300 hectáreas de pura naturaleza. Allí, el huésped puede disfrutar del campo, los cerros y la tranquilidad del paisaje recorriendo las instalaciones a caballo, caminando o simplemente descansando en el jardín de la estancia.

La contemplación del lugar es una experiencia única que permite ponerse en contacto con la paz de los cerros.

Inmensos terrones y sierras milenarias rodean la casa de 100 años, un casco de estancia reciclado a nuevo. Conservando cuidadosamente su estructura original y atmósfera interior buscamos brindar el máximo confort de un hotel de lujo, acompañando desde el interior, la belleza y magnificencia del valle.

La decoración fue concebida con la idea de generar en nuestros huéspedes la sensación de calidez y confort, al igual que los objetos: todos han sido especialmente seleccionados. Entre ellos, muchos de los muebles originales ingleses, que han sido restaurados artesanalmente.

“Un lugar encantado”

“Parece un hotel sacado de una novela, esa es la idea que me deja el lugar. En especial, después de leer la historia de la familia que construyó la casa hace más de un siglo atrás. Cada rincón tiene un encanto especial, con objetos de otras épocas que llevan escondidas sus propias historias. Los sonidos de pájaros, el silencio de la noche y el ritmo del lugar hacen de este hotel un lugar idílico para descansar, leyendo, caminando, cabalgando o simplemente descansando con una copa de vino en el living o el jardín”.

Karen G